Análisis de Xenoblade Chronicles X: Definitive Edition – El Renacer de un JRPG Olvidado

El regreso de un clásico que por fin encuentra su lugar en Nintendo Switch

Han pasado casi diez años desde su lanzamiento original en Wii U, una consola que, si bien tenía grandes ideas, no logró despegar como Nintendo esperaba. En ese contexto, Xenoblade Chronicles X llegó como una de las experiencias más ambiciosas del JRPG en la plataforma, pero quedó atrapado en un sistema que no le hizo justicia. Ahora, con Xenoblade Chronicles X: Definitive Edition, la saga por fin está completa en Nintendo Switch, y el título recibe la puesta a punto que merecía desde hace tiempo.

Un mundo inmenso que te invita a perderte

Lo primero que destaca en Xenoblade Chronicles X es su mundo abierto descomunal. Mira, el planeta en el que transcurre la historia, es un escenario repleto de misterios, biomas diversos y criaturas hostiles que desafían en todo momento. La exploración es clave, y las misiones secundarias no son un simple extra, sino una parte fundamental del desarrollo del juego.

La trama nos sitúa en Nueva Los Ángeles, una colonia humana establecida tras la destrucción de la Tierra. Desde allí, los jugadores deben enfrentarse a un mundo desconocido mientras intentan reconstruir su civilización. La narrativa, aunque menos lineal que en otros Xenoblade, logra mantener el interés gracias a su fuerte enfoque en la exploración y la supervivencia.

Mejoras que se sienten

Esta Definitive Edition no es un simple remaster. Se han realizado cambios significativos que mejoran la experiencia sin alterar su esencia. Los menús han sido renovados, los tutoriales son mucho más claros y ahora es posible modificar el ciclo horario desde el menú sin necesidad de acudir a puntos específicos del mapa. Además, los Skells, los impresionantes mechas del juego, ahora tienen un manejo más fluido y se integran mejor en el combate.

En cuanto a las mejoras visuales, el aumento en la resolución y los modelados renovados hacen que el juego luzca mejor que nunca, especialmente en modo portátil. Sin embargo, el rendimiento no es perfecto, y hay ciertas áreas donde la fluidez se resiente.

Un combate más pulido

El sistema de combate por turnos activos sigue siendo la base del juego, pero con ajustes que hacen que todo fluya mejor. La introducción de la recarga rápida permite usar artes antes de lo habitual, lo que añade una capa extra de estrategia. Además, el nivel máximo se ha elevado de 60 a 99, permitiendo a los jugadores disfrutar de más contenido endgame.

Conclusión

Xenoblade Chronicles X: Definitive Edition es el renacer de un JRPG que muchos no pudieron disfrutar en su momento. Su vasto mundo, su sistema de combate refinado y las mejoras de calidad de vida lo convierten en una versión digna de su nombre. No es perfecto, pero si te apasionan los mundos abiertos y la exploración, esta es una joya que no deberías dejar pasar.