Análisis MindsEye, el primer gran proyecto de Leslie Benzies tras Rockstar decepciona por sus errores de diseño, IA y ambiciones mal gestionadas.

En Colossus Gamers lo hemos jugado a fondo y tenemos claro que MindsEye quiere ser más de lo que puede. La propuesta de Build a Rocket Boy no es un desastre técnico absoluto, pero incluso con todos los parches del mundo… seguirá siendo un juego que apunta alto, pero no impacta.

Un pasado brillante no asegura el futuro

Leslie Benzies, uno de los nombres más importantes detrás de franquicias como GTA V, Red Dead Redemption o Max Payne 3, regresa al primer plano con MindsEye, una aventura de acción con ambientación futurista que pretende ofrecer mundo abierto, cinemáticas potentes y una narrativa intensa. El problema es que la ambición del proyecto ha sobrepasado claramente sus recursos.

Build a Rocket Boy quiere jugar en la liga de los grandes sin haber pasado por segunda división. Y eso se nota en todo momento.

¿Problemas técnicos? Sí. ¿Lo peor? No

Lo hemos probado en una Asus ROG Ally y el rendimiento, sin ser perfecto, no es dramático: cerca de 60 fps en modo Turbo, aunque con temperaturas altísimas y una autonomía ridícula. Hay bugs, un crasheo ocasional y una IA desastrosa tanto en enemigos como aliados. Pero el problema de fondo no es eso. Porque aunque se arregle todo esto, el juego sigue sin tener alma. MindsEye se ha comparado injustamente con el caso Cyberpunk 2077, pero CD Projekt, tras todos sus errores, escondía una joya. Aquí, ni eso.

Un mundo abierto…que no invita a explorar

El mapa de MindsEye es grande, sí. ¿Es interesante? No tanto. Es más una excusa para alargar trayectos entre misiones principales que un espacio vivo o lleno de contenido. No hay apenas misiones secundarias (y las pocas que hay son obligatorias), y en lo jugable recuerda más a Mafia que a GTA.

Los tiroteos no destacan, las persecuciones en coche son torpes y la interacción con el entorno es mínima. El juego tiene una estética cuidada, pero no sabe qué hacer con ella.

Cine, sonido y… poco más

La parte audiovisual es lo mejor del conjunto: las escenas cinemáticas están bien dirigidas y el sonido, tanto la banda sonora como el doblaje, cumplen con nota. Es una lástima que ese cuidado no se extienda al resto del título.

Conclusión: lo que pudo ser y no fue

MindsEye es el típico caso de «si hubieran apostado por algo más contenido, habría salido mejor». Un enfoque más lineal, con ritmo cinematográfico y aprovechando su ambientación futurista, habría jugado más a su favor. Pero el deseo de competir con los grandes en el terreno del mundo abierto ha acabado por diluir lo poco que tenía de especial.

¿Tiene arreglo? Técnicamente, sí. Jugablemente, no tanto. Porque el verdadero problema de MindsEye no es lo que falla, sino lo que falta: frescura, innovación, personalidad.