
Esta es una composición que nuestro compañero hizo hace algún tiempo y le hemos pedido que comparta con los lectores de la sección de Colossus Talents, ya que refleja la realidad de cómo hoy se puede estar en todo lo alto y, mañana, estar a años luz de ello. Esperamos que os haga reflexionar y ver las cosas con un punto de vista diferente.
El vaivén de la fortuna: De la oscuridad a la luz
En la danza del oro y del poder,
en la ciudad que nunca duerme,
la sociedad juega su carta,
un día en el trono, otro en la nada.
Bajo luces de neón y cielos grises,
donde el brillo de las monedas engaña,
vemos reyes caídos y reinas sin trono,
cuando la fortuna se esfuma, cual viento sin dueño.
Rascacielos altivos, murallas de billetes,
ocultan la fragilidad del alma,
pues en el juego del azar y el destino,
lo que hoy brilla, mañana se apaga.
Un amanecer dorado se vuelve oscuro,
las manos llenas se vacían en un suspiro,
y el lujo, que antes era refugio,
se convierte en recuerdo, en polvo perdido.
Pero en la profundidad de la noche más negra,
cuando el alma gime y el corazón se encoge,
una chispa de esperanza brilla tenue,
recordando que siempre hay luz al final del túnel.
Renace la fuerza en el más débil,
las lágrimas riegan nuevas semillas,
y en el ocaso del oro y la gloria,
surge el valor de una nueva historia.
Porque la riqueza más pura no es de oro ni plata,
sino el espíritu que, golpe tras golpe, se levanta,
y en la humildad de la caída y el renacer,
encuentra su verdadero ser.
Rodrigo Coslada
¡Síguenos en Instagram para no perderte nada!