Natalia Noriega 
DICE recupera el pulso con un Battlefield 6 que, sin ser perfecto, vuelve a poner a la saga en el lugar que le corresponde.
Durante años, Battlefield perdió su esencia. Desde el tropiezo de 2042 hasta el irregular Battlefield V, los fans de la franquicia esperábamos un regreso a las raíces. Con Battlefield 6, DICE ha conseguido justo eso: un shooter que recupera la fluidez, el peso del combate y el equilibrio entre infantería y vehículos que tanto echábamos de menos.
No es un juego redondo —hay decisiones discutibles en las clases y un modo campaña muy flojo—, pero sí es el mejor punto de partida que la saga ha tenido en una década. Y, sobre todo, vuelve a ser divertido.
⚔️ Un gunplay que se siente como en los viejos tiempos
La fluidez del combate es uno de sus grandes aciertos. Disparar, moverse, reanimar compañeros y recargar se siente natural, sin interrupciones ni bloqueos. El gunplay ha mejorado mucho: cada arma tiene su propio patrón, el retroceso es predecible y dominarlo recompensa al jugador experimentado.
Además, la decisión de permitir arrastrar compañeros caídos añade un componente táctico muy satisfactorio, reforzando el trabajo en equipo que siempre ha definido a Battlefield.
🚁 Equilibrio entre vehículos e infantería
En el lanzamiento, el equilibrio entre vehículos está muy bien medido. Los tanques vuelven a sentirse poderosos sin ser abusivos, y requieren apoyo del equipo para brillar. Los helicópteros, en cambio, están algo por debajo: se sienten frágiles y fáciles de derribar.
En conjunto, el combate terrestre funciona a la perfección. Solo falta que los mapas se atrevan más a integrar la destrucción como un elemento estratégico real y no solo visual.
🗺️ Mapas con luces y sombras
Los nueve mapas iniciales ofrecen variedad, aunque el diseño se inclina hacia entornos urbanos y combates cerrados, reduciendo el protagonismo de los vehículos. Clásicos como Operación Firestorm destacan sobre los nuevos, que a veces pecan de ser demasiado “estrechos” para lo que esperamos de Battlefield.
Hay destrucción dinámica, sí, pero no influye realmente en la jugabilidad como en Bad Company o Battlefield 4. Los mapas que llegarán en futuras temporadas podrían solventar esta sensación.
🪖 El regreso de las clases
DICE ha escuchado a la comunidad: adiós a los especialistas. Las cuatro clases clásicas —Asalto, Ingeniero, Apoyo y Reconocimiento— vuelven a marcar el ritmo del combate.
Sin embargo, algunas decisiones son discutibles. El rol del médico se diluye al integrarse en Apoyo, y el Asalto pierde relevancia frente a clases más útiles en equipo. El Ingeniero, en cambio, es la estrella: divertido, táctico y con herramientas realmente útiles.
El progreso es más lento que en anteriores entregas, pero eso también da más valor al desbloqueo de armas y gadgets.
Campaña: el punto más flojo
La campaña de Battlefield 6 es, sin rodeos, prescindible. Dura poco, tiene un guion poco creíble y secuencias que carecen de la épica que uno espera. Se nota que se ha desarrollado con prisa y sin la ambición que DICE suele poner en el multijugador.
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Lo que falta
Aunque Battlefield 6 es un regreso notable, aún está incompleto. No hay clima dinámico, ni eventos tipo Levolution, ni combate marítimo. Elementos que en su día marcaron la diferencia hoy brillan por su ausencia.
DICE tiene la base perfecta para crecer con el soporte postlanzamiento, pero hay que llenar esos vacíos cuanto antes si quiere recuperar el trono de los shooters bélicos.
| LO MEJOR | LO PEOR |
|---|---|
| Jugabilidad fluida y adictiva. | Modo campaña olvidable. |
| El regreso del sistema por clases. | Algunas decisiones de roles son cuestionables. |
| Gran equilibrio entre vehículos e infantería. | Falta clima dinámico y eventos Levolution. |
| Gunplay muy satisfactorio. | Algunos mapas resultan poco inspirados. |
| Apartado técnico y visual sobresaliente. | Ausencia de combate marítimo en el lanzamiento. |
Conclusión
Battlefield 6 es el renacer que la saga necesitaba. DICE ha aprendido de los errores, ha escuchado a la comunidad y ha devuelto a la franquicia su identidad. Es un shooter sólido, con un multijugador espectacular y margen de mejora.
No lo tiene todo, pero tiene lo más importante: la sensación de estar jugando a un auténtico Battlefield.
