
ASUS y Microsoft firman una alianza histórica con la ROG Ally Xbox X, una máquina que supera las limitaciones del pasado y apunta directamente al futuro del juego portátil en Windows.
Una alianza que lo cambia todo
El mercado de las consolas portátiles vive un momento de expansión imparable, y ASUS junto a Microsoft lo saben. La ROG Ally Xbox X llega como una evolución lógica —y muy esperada— de los PC portátiles bajo Windows, integrando una visión más “consolizada” y pulida que nunca.
Su propósito es claro: ofrecer una experiencia de juego de sobremesa en cualquier lugar, sin los problemas que lastraban a versiones anteriores ni las limitaciones del sistema operativo. Y lo cierto es que esta vez, lo han conseguido casi por completo.
Modo Xbox: Windows por fin se siente como una consola
Uno de los grandes avances de la ROG Ally Xbox X está en su nuevo “Modo Juego” de Windows 11, que arranca directamente con la interfaz de Xbox a pantalla completa. Desde ahí, el usuario puede acceder a su biblioteca, Game Pass, la nube, y tiendas como Steam, GOG o Epic Games Store, todo con los controles integrados de la consola.
No todo es perfecto —faltan servicios como Itch.io y la gestión de bibliotecas aún puede mejorar—, pero el salto en comodidad es abismal. Además, el lector de huellas integrado en el botón de encendido simplifica el inicio de sesión, eliminando pasos innecesarios.
Por primera vez, Windows empieza a parecerse a una consola real.

Rendimiento de lujo con corazón AMD
Dentro de la máquina late un AMD Ryzen AI Z2 Extreme, un chip de 8 núcleos y 16 hilos acompañado de una GPU RDNA3 de 12 CUs. El resultado es un rendimiento impresionante, capaz de mover Forza Horizon 5 a 60 FPS en altoy Cyberpunk 2077 cerca de los 50 FPS en ultra, sin necesidad de comprometer la experiencia.
Gracias al modo Turbo (25W) y modo Rendimiento (17W), la consola se adapta al tipo de juego y a la duración de la sesión, manteniendo una temperatura estable y sin ruidos molestos.
En pocas palabras: es la portátil más potente del mercado con Windows, y se nota en cada minuto de uso.
Ergonomía sobresaliente: cómoda, aunque más voluminosa
Puede que sus 715 gramos la alejen de la ligereza de la Steam Deck OLED, pero la ROG Ally Xbox X gana por comodidad. Las curvas traseras mejoran el agarre y permiten sesiones de juego prolongadas sin fatiga. No ganará premios de diseño minimalista, pero sí en ergonomía real, que es lo que importa al final.
Una pantalla excelente (aunque no OLED)
El panel IPS de 7 pulgadas y 120 Hz ofrece un brillo y saturación notables, con una respuesta perfecta para juegos rápidos. Sin embargo, los negros y el contraste siguen siendo los puntos flacos frente a las pantallas OLED. No es un problema grave, pero sí el principal “y si…” de este modelo.

Lo que está por venir: IA, optimización y futuro prometedor
ASUS y Microsoft no solo han lanzado un hardware ambicioso, sino una plataforma en constante evolución. Se espera que próximamente lleguen configuraciones automáticas de rendimiento por juego, precarga de shaders y resolución dinámica inteligente, además de una mejor conexión con televisores 4K mediante IA.
Todo apunta a que esta ROG Ally Xbox X no es un producto cerrado, sino el inicio de una nueva generación de dispositivos Xbox portátiles.
Precio y conclusiones
Por 899 €, el modelo superior no es barato, pero ofrece una experiencia premium que justifica cada euro. El rendimiento, la comodidad y la integración con Xbox Game Pass la convierten en una alternativa real al PC de escritorio, con la versatilidad de poder jugar en cualquier lugar.

🔍 Conclusión: el futuro de Xbox y Windows ya está en tus manos
La ROG Ally Xbox X representa el paso adelante que necesitaban tanto ASUS como Microsoft. Es potente, cómoda, moderna y con una dirección clara hacia el futuro de la portabilidad en PC. Le falta pulir detalles de software y dar el salto al OLED, pero ya es una de las mejores consolas portátiles que puedes comprar en 2025.

